martes, 11 de mayo de 2021

# Sindromes

Síndrome de Edwards (Trisomia 18)

Afección que ocasiona retrasos del desarrollo graves debido a un cromosoma 18 adicional.

Un chequeo durante el primer trimestre que incluya imagen de ultrasonido y análisis de sangre ofrece información temprana sobre el riesgo de un bebé de padecer la enfermedad. Un análisis de sangre durante el segundo trimestre (llamado prueba de detección cuádruple), también permite detectarla.

Los síntomas incluyen bajo peso al nacer, cráneo pequeño con una forma anormal y defectos de nacimiento en los órganos, que suelen ser potencialmente mortales.

El síndrome de Edwards no tiene tratamiento y generalmente es mortal antes del nacimiento o durante el primer año de vida.



ETIOLOGÍA.

 Trisomía de toda ó gran parte del cromosoma 18. El 95-96% de casos corresponden atrisomía completa producto de no-disyunción, siendo el resto trisomía por traslocación. La trisomía parcial y el mosaicismo para trisomía 18 suelen presentar un fenotipo incompleto, con ausencia de algunas de las anomalías típicas del S. de Edwards. No se ha identificado una región cromosómica única, crítica, responsable del síndrome. Parece que es necesaria la duplicación de dos zonas, 18q12-21 y 18q23 para que se p r oduzca el fenotipo típico de S. de Edwards, con una zona, 18q12.3-q21.1 con fuerte influencia en el retraso mental.

CLÍNICA.

* Retraso de crecimiento pre y postnatal* (Peso medio al nacer: 2340 g)

* Nacimiento postérmino

* Panículo adiposo y masa muscular escasa al nacer

*Hipotonía inicial que evoluciona a hipertonía

* Craneofacial: microcefalia, fontanelas amplias, occipucio prominente con diámetro bifrontal estrecho, defectos oculares (opacidad corneal, catarata, microftalmía, coloboma de iris)  fisuras palpebrales cortas, orejas displásicas de implantación baja, micrognatia, boca pequeña, paladar ojival, labio/paladar hendido

* Extremidades: mano trisómica (posición de las manos característica con tendencia a puños cerrados, con dificultad para abrirlos, y con el segundo dedo montado sobre el tercero y el quinto sobre el cuarto), uñas de manos y pies hipoplásicas, limitación a la extensión (>45º) de las caderas, talón prominente con primer dedo del pie corto y en dorsiflexión, hipoplasia/aplasia radial, sindactilia 2º-3er dedos del pie, pies zambos

– Tórax-Abdomen: mamilas hipoplásicas, hernia umbilical y/ó inguinal, espacio intermamilar aumentado, onfalocele.

– Urogenital: testes no descendidos, hipoplasia labios mayores con clítoris prominente, malformaciones uterinas, hipospadias, escroto bífido.

– Malformaciones renourológicas: riñón en herradura, ectopia renal, hidrone SINDROME de EDWARDS (Trisomia 18) Antonio Pérez Aytés 534 frosis, duplicidad ureteral, riñón poliquístico.

– Cardiovascular: cardiopatía congénita* presente en 90% de casos (comunicación interventricular con afectación valvular múltiple*, conducto arterioso persistente, estenosis pulmonar, coartación de aorta, transposición de grandes arterias, tetralogía de Fallot, arteria coronaria anómala).

– Tracto gastrointestinal: divertículo de Meckel, páncreas ectópico, fijación incompleta del colon.

– Sistema Nervioso Central: hipoplasia/Aplasia de cuerpo calloso, agenesia de septum pellucidum, circunvoluciones cerebrales anómalas, hidrocefalia, espina bífida.

– Piel: cutis marmorata, hirsutismo en espalda y frente.

– Signos radiológicos: esternón corto con núcleos de osificación reducidos, pelvis pequeñas, caderas luxadas

-Anomalías más frecuentes, que han demostrado su utilidad en el diagnóstico clínico y que se considera que están presentes en >50% de casos.

DIAGNÓSTICO.

Demostración, en el estudio citogenético, de trisomía del cromosoma 18.


Clínicamente puede plantearse con:


– Trisomía 13: Holoprosencefalia con fisura labial central, fisura palatina, frente en declive, microftalmia, coloboma de iris, hipotelorismo, puente nasal prominente, ulceraciones tipo aplasia cutis en cuero cabelludo, cuello corto, uñas estrechas e hiperconvexas, polidactilia en manos y pies, mamilas hipoplásicas, pies "en mecedora", talón prominente, hemangiomas capilares, dextrocardia. [Cariotipo: trisomía 13]

– Secuencia de akinesia fetal [Síndrome de Pena-Shokeir I ó S. de Moessinger]: Polihidramnios, movilidad fetal escasa, cordón umbilical corto, hipertelorismo, fisura palatina, contracturas articulares múltiples (camptodactilia, pies zambos...), hipoplasia pulmonar, testes no descendidos, pliegues de flexión palmo-plantares hipoplásicos, escasa movilidad postnatal. [Cariotipo: normal]

Es una entidad heterogénea. Deben investigarse anomalías neuromusculares.


EVOLUCIÓN.

Mortalidad del 95% en el primer año de vida. El 5% restante suele sobrevivir más tiempo (La tasa de mortalidad en los supervivientes es del 2% a los 5 años de vida).

Las niñas presentan mayor tasa de supervivencia. Causa principal de fallecimiento: cardiopatía congénita, apneas, y neumonía.

Problemas mas frecuentes en los supervivientes:

– Dificultades en la alimentación: La mayoría necesitarán alimentación por sonda. Puede ser necesario recurrir a la gastrostomía. No obstante algunos consiguen tomar bien el biberón, y se ha conseguido lactancia materna en casos aislados. Muy pocos serán capaces de comer solos.

– Escoliosis: Puede afectar mucho la calidad de vida de los supervivientes. 


Síntomas y signos

Existen múltiples síntomas y signos que denotan la presencia del síndrome de Edwards, aunque no todos se producen simultáneamente. A continuación describiremos los más habituales:

  Malformaciones en los riñones.

  Malformaciones en el corazón: defectos en el tabique ventricular y/o en el atrial, conducto arterioso persistente, etc.

  Dificultades para comer.

 Atresia esofágica: el esófago no está conectado con el estómago, por lo que los nutrientes no llegan a éste.

 Onfalocele: los intestinos sobresalen del cuerpo a través del ombligo.

 Dificultades para respirar.

 Artrogriposis: presencia de contracturas en las articulaciones, sobre todo de las extremidades.

 Deficiencia en el crecimiento posnatal y retraso del desarrollo.

 Quistes en los plexos coroideos, que producen el líquido cefalorraquídeo; no causan problemas pero son un signo prenatal del síndrome de Edwards.

 Microcefalia: desarrollo insuficiente de la cabeza.

 Micrognatia: mandíbula de tamaño inferior al esperable.

 Paladar hendido (labio leporino).

 Malformaciones en las orejas, frecuentemente situadas más abajo de lo habitual.

 Ojos muy separados, párpados pequeños y caídos (ptosis).

 Tórax en quilla o “pecho de paloma”: el pecho sobresale en la zona del esternón.

 Esternón anormalmente corto.

 Ausencia del radio, uno de los principales huesos del antebrazo.

 Manos cerradas y apretadas con los dedos superpuestos.

 Pulgares y uñas poco desarrollados.

 Pies convexos (“en mecedora”)

 Presencia de cinchas que unen los dedos de los pies.

 Criptorquidia: en varones, los testículos no descienden adecuadamente.

 Llanto débil.

 Discapacidad intelectual severa.


Causas del síndrome de Edwards

La probabilidad de tener un bebé con trisomía 18 aumenta con la edad, siendo más habitual en torno a los 40 años. Las madres que ya han tenido una hija o un hijo con esta enfermedad tienen cerca de un 1% de probabilidad de que la alteración se repita en embarazos posteriores.

El síndrome de Edwards se produce a causa de una trisomía del 18º cromosoma. Esto significa que los bebés afectados tienen tres copias de este cromosoma, cuando lo normal es tener dos pares de cada uno de los 23. No obstante la trisomía no siempre es completa, como veremos más adelante.

La trisomía se produce normalmente a causa de la duplicación del cromosoma en el óvulo o en el espermatozoide; cuando las dos células reproductivas se unen para formar el cigoto, éste se desarrolla dividiéndose sucesivamente, y el defecto genético se repite en cada división. En otras ocasiones la trisomía se da durante el desarrollo temprano del feto.

Si bien la causa más habitual del síndrome de Edwards es la duplicación del cromosoma 18, esta enfermedad puede deberse también a otros errores genéticos, como la translocación. Dichas diferencias dan lugar a los distintos tipos de trisomía 18.






Tipos de trisomía 18.

Existen tres tipos de síndrome de Edwards en función de las características de la trisomía del cromosoma 18. La gravedad de los síntomas del bebé puede variar según el tipo de trisomía.

1. Trisomía completa o clásica

Esta es la forma más habitual del síndrome de Edwards. En la trisomía clásica todas las células del cuerpo tienen tres copias íntegras del cromosoma 18.

Dado que la afectación está muy extendida, en los casos de trisomía completa los síntomas son normalmente más severos que en el resto de tipos de síndrome de Edwards.

2. Trisomía parcial

La trisomía 18 parcial es un tipo infrecuente del síndrome de Edwards se produce por la duplicación incompleta del cromosoma. En general estos casos se deben a una translocación, esto es, a la ruptura del cromosoma 18 y la unión de la parte separada a un cromosoma distinto.

La gravedad y los síntomas específicos de cada caso de trisomía parcial varían en gran medida porque las duplicaciones pueden afectar a distintos segmentos del cromosoma, pero las alteraciones suelen ser menos severas que el síndrome clásico.

3. Trisomía en mosaico

Este tipo de trisomía se produce cuando el cromosoma 18 extra no se encuentra en todas las células del cuerpo del bebé, sino que en algunas hay 2 copias y en otras 3.

Las personas afectadas por la trisomía en mosaico pueden manifestar síntomas graves o leves, o bien no presentar ninguna alteración física; no obstante, el riesgo de muerte prematura sigue siendo muy elevado.


Pronóstico y tratamiento.

En la actualidad el síndrome de Edwards se suele detectar antes del nacimiento mediante la amniocentesis, una prueba que consiste en analizar el fluido amniótico (que protege al bebé y le permite obtener nutrientes) por tal de determinar posibles alteraciones cromosómicas e infecciones fetales, así como el sexo del bebé.

Menos del 10% de los fetos con trisomía 18 llegan a nacer con vida. De estos, el 90% muere durante el primer año de vida, la mitad de ellos durante la primera semana. La esperanza de vida media para los bebés con síndrome de Edwards es de entre 5 días y 2 semanas. La muerte suele producirse a causa de las alteraciones cardiacas y respiratorias.

El síndrome de Edwards no tiene cura, por lo que el tratamiento tiene el objetivo de aumentar la calidad de vida de la persona afectada en la medida de lo posible. Los casos menos severos de trisomía 18 no siempre comportan la muerte en la infancia, pero sí suelen provocar problemas de salud importantes y pocas pacientes viven más de 20 o 30 años.




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