Afección que ocasiona retrasos del desarrollo graves debido
a un cromosoma 18 adicional.
Un chequeo durante el primer trimestre que incluya imagen de
ultrasonido y análisis de sangre ofrece información temprana sobre el riesgo de
un bebé de padecer la enfermedad. Un análisis de sangre durante el segundo
trimestre (llamado prueba de detección cuádruple), también permite detectarla.
Los síntomas incluyen bajo peso al nacer, cráneo pequeño con
una forma anormal y defectos de nacimiento en los órganos, que suelen ser
potencialmente mortales.
El síndrome de Edwards no tiene tratamiento y generalmente
es mortal antes del nacimiento o durante el primer año de vida.
ETIOLOGÍA.
Trisomía de toda ó gran parte del cromosoma 18.
El 95-96% de casos corresponden atrisomía completa producto de no-disyunción,
siendo el resto trisomía por traslocación. La trisomía parcial y el mosaicismo
para trisomía 18 suelen presentar un fenotipo incompleto, con ausencia de
algunas de las anomalías típicas del S. de Edwards. No se ha identificado una
región cromosómica única, crítica, responsable del síndrome. Parece que es
necesaria la duplicación de dos zonas, 18q12-21 y 18q23 para que se p r oduzca
el fenotipo típico de S. de Edwards, con una zona, 18q12.3-q21.1 con fuerte
influencia en el retraso mental.
CLÍNICA.
* Retraso de crecimiento pre y postnatal* (Peso medio al
nacer: 2340 g)
* Nacimiento postérmino
* Panículo adiposo y masa muscular escasa al nacer
*Hipotonía inicial que evoluciona a hipertonía
* Craneofacial: microcefalia, fontanelas amplias, occipucio prominente con diámetro bifrontal estrecho, defectos oculares (opacidad corneal, catarata, microftalmía, coloboma de iris) fisuras palpebrales cortas, orejas displásicas de implantación baja, micrognatia, boca pequeña, paladar ojival, labio/paladar hendido
* Extremidades: mano trisómica (posición de las manos
característica con tendencia a puños cerrados, con dificultad para abrirlos, y
con el segundo dedo montado sobre el tercero y el quinto sobre el cuarto), uñas
de manos y pies hipoplásicas, limitación a la extensión (>45º) de las
caderas, talón prominente con primer dedo del pie corto y en dorsiflexión,
hipoplasia/aplasia radial, sindactilia 2º-3er dedos del pie, pies zambos
– Tórax-Abdomen: mamilas hipoplásicas, hernia umbilical y/ó inguinal, espacio intermamilar aumentado, onfalocele.
– Urogenital: testes no descendidos, hipoplasia labios mayores con clítoris prominente, malformaciones uterinas, hipospadias, escroto bífido.
– Malformaciones renourológicas: riñón en herradura, ectopia renal, hidrone SINDROME de EDWARDS (Trisomia 18) Antonio Pérez Aytés 534 frosis, duplicidad ureteral, riñón poliquístico.
– Cardiovascular: cardiopatía congénita* presente en 90% de casos (comunicación interventricular con afectación valvular múltiple*, conducto arterioso persistente, estenosis pulmonar, coartación de aorta, transposición de grandes arterias, tetralogía de Fallot, arteria coronaria anómala).
– Tracto gastrointestinal: divertículo de Meckel, páncreas ectópico, fijación incompleta del colon.
– Sistema Nervioso Central: hipoplasia/Aplasia de cuerpo calloso, agenesia de septum pellucidum, circunvoluciones cerebrales anómalas, hidrocefalia, espina bífida.
– Piel: cutis marmorata, hirsutismo en espalda y frente.
– Signos radiológicos: esternón corto con núcleos de osificación reducidos, pelvis pequeñas, caderas luxadas
-Anomalías más frecuentes, que han demostrado su utilidad en el diagnóstico clínico y que se considera que están presentes en >50% de casos.
DIAGNÓSTICO.
Demostración, en el estudio citogenético, de trisomía del cromosoma 18.
Clínicamente puede plantearse con:
– Trisomía 13: Holoprosencefalia con fisura labial central, fisura palatina, frente en declive, microftalmia, coloboma de iris, hipotelorismo, puente nasal prominente, ulceraciones tipo aplasia cutis en cuero cabelludo, cuello corto, uñas estrechas e hiperconvexas, polidactilia en manos y pies, mamilas hipoplásicas, pies "en mecedora", talón prominente, hemangiomas capilares, dextrocardia. [Cariotipo: trisomía 13]
– Secuencia de akinesia fetal [Síndrome de Pena-Shokeir I ó
S. de Moessinger]: Polihidramnios, movilidad fetal escasa, cordón umbilical
corto, hipertelorismo, fisura palatina, contracturas articulares múltiples
(camptodactilia, pies zambos...), hipoplasia pulmonar, testes no descendidos,
pliegues de flexión palmo-plantares hipoplásicos, escasa movilidad postnatal.
[Cariotipo: normal]
Es una entidad heterogénea. Deben investigarse anomalías
neuromusculares.
EVOLUCIÓN.
Mortalidad del 95% en el primer año de vida. El 5% restante suele sobrevivir más tiempo (La tasa de mortalidad en los supervivientes es del 2% a los 5 años de vida).
Las niñas presentan mayor tasa de supervivencia. Causa principal de fallecimiento: cardiopatía congénita, apneas, y neumonía.
Problemas mas frecuentes en los supervivientes:
– Dificultades en la alimentación: La mayoría necesitarán
alimentación por sonda. Puede ser necesario recurrir a la gastrostomía. No
obstante algunos consiguen tomar bien el biberón, y se ha conseguido lactancia
materna en casos aislados. Muy pocos serán capaces de comer solos.
– Escoliosis: Puede afectar mucho la calidad de vida de los
supervivientes.
Síntomas y signos
Existen múltiples síntomas y signos que denotan la presencia
del síndrome de Edwards, aunque no todos se producen simultáneamente. A continuación
describiremos los más habituales:
• Malformaciones
en los riñones.
• Malformaciones
en el corazón: defectos en el tabique ventricular y/o en el atrial, conducto
arterioso persistente, etc.
• Dificultades
para comer.
• Atresia
esofágica: el esófago no está conectado con el estómago, por lo que los
nutrientes no llegan a éste.
• Onfalocele:
los intestinos sobresalen del cuerpo a través del ombligo.
• Dificultades
para respirar.
• Artrogriposis:
presencia de contracturas en las articulaciones, sobre todo de las
extremidades.
• Deficiencia
en el crecimiento posnatal y retraso del desarrollo.
• Quistes
en los plexos coroideos, que producen el líquido cefalorraquídeo; no causan
problemas pero son un signo prenatal del síndrome de Edwards.
• Microcefalia:
desarrollo insuficiente de la cabeza.
• Micrognatia:
mandíbula de tamaño inferior al esperable.
• Paladar
hendido (labio leporino).
• Malformaciones
en las orejas, frecuentemente situadas más abajo de lo habitual.
• Ojos muy
separados, párpados pequeños y caídos (ptosis).
• Tórax en
quilla o “pecho de paloma”: el pecho sobresale en la zona del esternón.
• Esternón
anormalmente corto.
• Ausencia
del radio, uno de los principales huesos del antebrazo.
• Manos
cerradas y apretadas con los dedos superpuestos.
• Pulgares
y uñas poco desarrollados.
• Pies
convexos (“en mecedora”)
• Presencia
de cinchas que unen los dedos de los pies.
• Criptorquidia:
en varones, los testículos no descienden adecuadamente.
• Llanto
débil.
• Discapacidad
intelectual severa.
Causas del síndrome de Edwards
La probabilidad de tener un bebé con trisomía 18 aumenta con
la edad, siendo más habitual en torno a los 40 años. Las madres que ya han
tenido una hija o un hijo con esta enfermedad tienen cerca de un 1% de
probabilidad de que la alteración se repita en embarazos posteriores.
El síndrome de Edwards se produce a causa de una trisomía
del 18º cromosoma. Esto significa que los bebés afectados tienen tres copias de
este cromosoma, cuando lo normal es tener dos pares de cada uno de los 23. No
obstante la trisomía no siempre es completa, como veremos más adelante.
La trisomía se produce normalmente a causa de la duplicación
del cromosoma en el óvulo o en el espermatozoide; cuando las dos células
reproductivas se unen para formar el cigoto, éste se desarrolla dividiéndose
sucesivamente, y el defecto genético se repite en cada división. En otras
ocasiones la trisomía se da durante el desarrollo temprano del feto.
Si bien la causa más habitual del síndrome de Edwards es la
duplicación del cromosoma 18, esta enfermedad puede deberse también a otros
errores genéticos, como la translocación. Dichas diferencias dan lugar a los
distintos tipos de trisomía 18.
Tipos de trisomía 18.
Existen tres tipos de síndrome de Edwards en función de las
características de la trisomía del cromosoma 18. La gravedad de los síntomas
del bebé puede variar según el tipo de trisomía.
1. Trisomía completa o clásica
Esta es la forma más habitual del síndrome de Edwards. En la
trisomía clásica todas las células del cuerpo tienen tres copias íntegras del
cromosoma 18.
Dado que la afectación está muy extendida, en los casos de
trisomía completa los síntomas son normalmente más severos que en el resto de
tipos de síndrome de Edwards.
2. Trisomía parcial
La trisomía 18 parcial es un tipo infrecuente del síndrome
de Edwards se produce por la duplicación incompleta del cromosoma. En general
estos casos se deben a una translocación, esto es, a la ruptura del cromosoma
18 y la unión de la parte separada a un cromosoma distinto.
La gravedad y los síntomas específicos de cada caso de
trisomía parcial varían en gran medida porque las duplicaciones pueden afectar
a distintos segmentos del cromosoma, pero las alteraciones suelen ser menos
severas que el síndrome clásico.
3. Trisomía en mosaico
Este tipo de trisomía se produce cuando el cromosoma 18
extra no se encuentra en todas las células del cuerpo del bebé, sino que en
algunas hay 2 copias y en otras 3.
Las personas afectadas por la trisomía en mosaico pueden
manifestar síntomas graves o leves, o bien no presentar ninguna alteración
física; no obstante, el riesgo de muerte prematura sigue siendo muy elevado.
Pronóstico y tratamiento.
En la actualidad el síndrome de Edwards se suele detectar
antes del nacimiento mediante la amniocentesis, una prueba que consiste en
analizar el fluido amniótico (que protege al bebé y le permite obtener
nutrientes) por tal de determinar posibles alteraciones cromosómicas e infecciones
fetales, así como el sexo del bebé.
Menos del 10% de los fetos con trisomía 18 llegan a nacer
con vida. De estos, el 90% muere durante el primer año de vida, la mitad de
ellos durante la primera semana. La esperanza de vida media para los bebés con
síndrome de Edwards es de entre 5 días y 2 semanas. La muerte suele producirse
a causa de las alteraciones cardiacas y respiratorias.
El síndrome de Edwards no tiene cura, por lo que el
tratamiento tiene el objetivo de aumentar la calidad de vida de la persona
afectada en la medida de lo posible. Los casos menos severos de trisomía 18 no
siempre comportan la muerte en la infancia, pero sí suelen provocar problemas
de salud importantes y pocas pacientes viven más de 20 o 30 años.
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