El síndrome de Down es un trastorno genético que se origina cuando la división celular anormal produce una copia adicional total o parcial del cromosoma 21. Este material genético adicional provoca los cambios en el desarrollo y en las características físicas relacionados con el síndrome de Down.
El síndrome de Down varía en gravedad de un individuo a
otro, y provoca incapacidad intelectual y retrasos en el desarrollo de por
vida. Es el trastorno cromosómico genético y la causa más frecuente de las
discapacidades de aprendizaje en los niños. También suele ocasionar otras
anomalías médicas, como trastornos digestivos y cardíacos.
Síntomas.
Todas las personas con síndrome de Down son diferentes —los
problemas intelectuales y de desarrollo oscilan entre leves, moderados y
graves—. Algunas personas son sanas, mientras que otras tienen problemas de
salud importantes, como defectos cardíacos graves.
Los niños y los adultos con síndrome de Down tienen un
aspecto facial definido. Si bien no todas las personas con síndrome de Down
tienen las mismas características, algunas de las más frecuentes son las
siguientes:
- · Rostro
aplanado.
- · Cabeza
pequeña.
- · Cuello
corto.
- · Lengua
protuberante.
- · Párpados
inclinados hacia arriba (fisuras palpebrales).
- · Orejas
pequeñas o de forma inusual.
- · Poco
tono muscular.
- · Manos
anchas y cortas con un solo pliegue en la palma.
- · Dedos
de las manos relativamente cortos, y manos y pies pequeños.
- · Flexibilidad
excesiva.
- · Pequeñas
manchas blancas en la parte de color del ojo (iris) denominadas «manchas de
Brushfield».
- · Baja
estatura.
Los bebés con síndrome de Down pueden ser de estatura
promedio, pero, por lo general, crecen más lentamente y son más bajos que los
niños de la misma edad.
Discapacidades
intelectuales.
La mayoría de los niños con síndrome de Down tienen
deterioro cognitivo de leve a moderado. Presentan retrasos en el lenguaje y
problemas de memoria a corto y largo plazo.
Cuándo consultar al médico.
Los niños con síndrome de Down suelen recibir el diagnóstico antes del
nacimiento o al nacer. No obstante, si tienes preguntas con respecto a tu
embarazo o al crecimiento y desarrollo de tu hijo, habla con el médico.
Causas.
Las células humanas generalmente contienen 23 pares de
cromosomas. Un cromosoma en cada par proviene de tu padre, el otro de tu madre.
El síndrome de Down se genera cuando se produce una
división celular anormal en el cromosoma 21. Estas anomalías en la división
celular provocan una copia adicional parcial o total del cromosoma 21. Este
material genético adicional es responsable de los rasgos característicos y de
los problemas de desarrollo del síndrome de Down. Cualquiera de estas tres
variaciones genéticas puede causar síndrome de Down:
- · Trisomía 21. Aproximadamente en el 95 por ciento de los casos, el síndrome de Down tiene origen en la trisomía 21: la persona tiene tres copias del cromosoma 21 en lugar de las dos copias habituales, en todas las células. Esto sucede por la división celular anormal durante el desarrollo del espermatozoide o del óvulo.
- · Síndrome de Down mosaico. En
esta forma poco frecuente de síndrome de Down, solo algunas células de la
persona tienen una copia adicional del cromosoma 21. Este mosaico de células
normales y anormales ocurre por la división celular anormal después de la
fertilización.
- · Síndrome de Down por translocación. El
síndrome de Down también puede ocurrir cuando parte del cromosoma 21 se une
(transloca) a otro cromosoma, antes o durante la concepción. Estos niños tienen
las dos copias habituales del cromosoma 21, pero también tienen material
genético adicional del cromosoma 21 unido a otro cromosoma.
¿Se hereda?
La mayoría de las veces, el
síndrome de Down no es hereditario. Se produce por un error en la división
celular en las primeras etapas del desarrollo del feto.
El síndrome de Down por
translocación se puede transmitir de padres a hijos. Sin embargo, solamente
alrededor del 3 al 4 por ciento de los niños con síndrome de Down tienen
translocación, y solo algunos de ellos lo heredaron de uno de sus padres.
Cuando se heredan translocaciones equilibradas, la madre o el padre tienen parte del material genético del cromosoma 21 reordenado en otro cromosoma, pero no tienen material genético adicional. Esto quiere decir que no tienen signos ni síntomas de síndrome de Down, pero pueden pasar la translocación desequilibrada a sus hijos y provocar que tengan síndrome de Down.
Factores de riesgo.
Algunos padres tienen mayor
riesgo de tener un bebé con síndrome de Down. Los factores de riesgo son:
· Edad avanzada de la madre. Las
probabilidades de una mujer de dar a luz a un niño con síndrome de Down
aumentan con la edad porque los óvulos más antiguos tienen más riesgo de
división cromosómica inadecuada. El riesgo de una mujer de concebir un hijo con
síndrome de Down aumenta después de los 35 años. Sin embargo, la mayoría de los
niños con síndrome de Down nacen de mujeres menores de 35 años porque las
mujeres más jóvenes tienen muchos más hijos.
· Ser portadores de la translocación
genética para el síndrome de Down. Tanto hombres como mujeres
pueden transmitir la translocación genética para el síndrome de Down a sus
hijos.
· Haber tenido un hijo con síndrome de Down.
Los
padres que tienen un hijo con síndrome de Down y los que tienen una
translocación tienen un mayor riesgo de tener otro hijo con este trastorno. Un
asesor en genética puede ayudar a los padres a comprender el riesgo de tener
otro hijo con síndrome de Down.
Complicaciones.
Las personas con síndrome de
Down pueden tener diversas complicaciones, algunas de las cuales se vuelven más
notorias con la edad. Algunas de estas complicaciones pueden ser las
siguientes:
· Defectos cardíacos. Aproximadamente
la mitad de los niños con síndrome de Down nacen con algún tipo de defecto
cardíaco congénito. Estos problemas cardíacos pueden poner en riesgo la vida y
pueden requerir cirugía en los primeros años de la infancia.
· Defectos gastrointestinales.
Algunos niños con síndrome de Down presentan anomalías gastrointestinales, que
pueden comprender anomalías de los intestinos, el esófago, la tráquea y el ano.
Pueden presentar mayor riesgo de tener problemas digestivos, como obstrucción
gastrointestinal, acidez estomacal (reflujo gastroesofágico) o enfermedad
celíaca.
· Trastornos inmunitarios.
Debido a anomalías en el sistema inmunitario, las personas con síndrome de Down
tienen un mayor riesgo de presentar trastornos autoinmunitarios, algunos tipos
de cáncer y enfermedades infecciosas, como la neumonía.
· Apnea del sueño.
Debido a los cambios óseos y de los tejidos blandos que causan la obstrucción
de sus vías respiratorias, los niños y adultos con síndrome de Down tienen
mayor riesgo de sufrir apnea obstructiva del sueño.
· Obesidad. Las
personas con síndrome de Down tienen una mayor tendencia a la obesidad en
comparación con la población general.
· Problemas en la columna vertebral. Algunas
personas con síndrome de Down pueden presentar una alineación incorrecta de las
dos vértebras superiores del cuello (inestabilidad atlantoaxial). Esta afección
las pone en riesgo de padecer lesiones graves en la médula espinal debido al
estiramiento excesivo del cuello.
· Leucemia. Los
niños pequeños con síndrome de Down tienen un mayor riesgo de leucemia.
· Demencia. Las
personas con síndrome de Down tienen un riesgo enormemente mayor de demencia;
los signos y síntomas pueden comenzar aproximadamente a los 50 años. Tener
síndrome de Down también aumenta el riesgo de padecer la enfermedad de
Alzheimer.
· Otros problemas. El
síndrome de Down también puede vincularse con otras afecciones, como problemas
endocrinos, problemas dentales, convulsiones, infecciones de los oídos y
problemas de la audición o la visión.
Los controles de atención
médica de rutina y el tratamiento de los problemas de forma oportuna pueden
ayudar a las personas con síndrome de Down a mantener un estilo de vida
saludable.
Expectativa de vida.
La expectativa de vida ha
aumentado dramáticamente para las personas con síndrome de Down. En la
actualidad, una persona con síndrome de Down puede esperar vivir más de 60
años, dependiendo de la gravedad de sus problemas de salud.
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